Mucha historia guarda Huévar, esa que iré desempolvando para todos-as, pero aún nos queda muchas cosas que contar.
En esta imagen vemos la hoz y el dedil. En los antiguos y duros tiempos de la siega, hace 60 años, esa que se hacía a mano de sol a sol, e incluso se dormía en el tajo en las noches de verano. La siega podía durar una semana, el zagal llevaba cada día en un borriquillo las viandas, algunas veces para llegar al tajo se tardaba más de una hora
Hombres forjados en el durisimo trabajo del campo, "el de la siega". Si estas herramientas pudieran hablar, cuantas cosas nos dirían.
El dedil de cuero que se observa junto a la hoz, se colocaba en los tres dedos de la mano izquierda y se anudaban a la muñeca, ello reservaba de un corte con la hoz al coger el trigo para segarle.
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